Habiendo aclarado esto, continúo con lo que yo llamo la mezcla perfecta. Mirás a un tipo y es .. un tipo! después o antes te entarás que es gay, porque lo dice, se nota o lo flasheas (Si lo flasheas no vale este razonamiento).
El tipo homosexual tiene la fuerza del hombre, levanta cosas pesadas, es práctico y razona lógicamente como hombre (ya lo sé! las mujeres también razonan lógicamente). Pero viene con BONUS TRACK!, aparte de la fuerza y la inteligencia masculina, tranquilamente te decora el departamento, combinando las cortinas con el sillón y la mesa con la estantería que está en la pared. Tiene debilidad por un cachorrito y le gusta cuidar algo, ya sea una planta o un hamster, el clásico instinto materno.
Lo podés llamar para que te ayude a cargar el mueble viejo que pensás llevar a la casa de tus padres porque ya no lo querés o para preguntarle qué le parece ese florero divino artificial que elegiste de centro de mesa para la fiesta de tu hermana.
Conclusión, todos nos merecemos un gay en nuestras vidas.
CONSEJO: consigan uno, cuñado, amigo, vecino... es un 2 x 1 imperdible!
Retrógrados, abstenerse.
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