He llegado a odiar hasta la ropa que usas, cuando la veo puesta en otra persona. También la música que escuchas y ese look tan normal que me envenena de solo pensar que no tenes muchas cosa sobresalientes criticables, normal.
Cuento las horas desde que te vas, para ganarle tiempo al tiempo y aprovechar al máximo tu ausencia. Cada vez que te veo llegar estoy bien, un dejo de optimismo hasta que me saludas y vuelvo a detestarte. Adelante tuyo la paciencia me dura solo tu silencio. También odio cuando no hablas, no entiendo a qué venís si no hablas. Y más aún cuando forzamos una charla.
Si hasta sueño con la idea de irme y que nunca más me veas, cambiar el teléfono, no dar datos de mi paradero y llamarte un día en privado para decirte todo esto. ¡Con lo que yo te quiero!.
Sabés que si te llegara a pasar algo yo me muero, o quizás no, pero me dolería hasta matarme un poco de mí con tu partida. No me perdonaría odiarte tanto y que te mueras sin saberlo. Buscaría todo el tiempo tu perdón por lo que pienso de vos, y enloquecería de saber que es un imposible.
Entonces te odio tanto, y odio tanto la idea de que te vayas sin saber lo que pienso, que me da miedo que al final pase una tragedia y cargue con culpa lo que me queda de vida. Por suerte aún tengo el don de engañarme impunemente y quererte cada día más.
Me conmovió .. te juro que me senti tocada! jaja
ResponderEliminarEs una mezcla de sentimientos,
creo que estoy confundida. jaj