Todos, o casi todos bajo el mandato social, indicarían que un 24 de marzo se debería escribir de la dictadura. Contar milimetricamente el golpe de estado, la cantidad de desaparecidos y torturados, los centros clandestinos, las ironías del deporte y las películas.
Pero no, saliendo de la lógica, y yendo directamente a la sensatez, no puedo evitar hacer mayor foco en el famoso "feriado puente". Bajo un gobierno que ha utilizado la dictadura Argentina como bandera, que hizo eco de su postura de militancia y persecución recibida, hoy tenemos por DEMOCRACIA 4 días para ir a las sierras, la playa, visitar un amigo lejano o aprovechar a alquilar las mejores películas, pedir comida por teléfono, salir a los bares y descansar como nunca. ¡Es que es genial esto de tener 8 días en un solo mes!
Ya no puedo esperar a recibir los 4 días que vienen en abril, y así vamos.
Pero no quiero hacer una crítica al gobierno, quiero hablar de hoy, desde el costado más burlón y triste que tiene este 24 de marzo.
Mientras las banderas se siguen agitando en la plaza, mientras un anciano en su casa mira por la ventana y piensa "un año más y yo sin saber nada", ignorando en su esperanza que morirá invicto de justicia, las rutas argentinas se llenan de turistas que pasean alegres de su suerte porque les ha tocado buen clima. Y no es culpa del tipo que junto el mango para escapar de la ciudad a ver correr a sus hijos por la arena, aprovechando los últimos rayos de sol caliente que nos da este verano que ya se fue. La misma arena que recibió las esquirlas del abuso, en forma de ajusticiados sin nombre. Las ironías argentinas me duelen más. Pienso mientras preparo el mate en casa, descansando este feriado.
sos una genia
ResponderEliminarGracias! viniendo de vos no puedo hacer otra cosa que sentirme completamente orgullosa y avergonzada, por saber lo excelente escritor que sos y que seas mi lector.
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